El día después de la moratoria bancaria
Los bancos tendrán que negociar y acordar condiciones especiales, como plazos de repago largos, en los que incluso se contemplen períodos de gracia.

En muchos países de nuestra región, consecuencia de la pandemia por Covid-19, se establecieron moratorias bancarias de cara a apoyar a las familias y empresas que se vieron afectadas en sus ingresos por las cuarentenas que cerraron las economías. Estos programas también se acompañaban de regulación adicional, que busca cuidar la estabilidad del sistema financiero.


Considerando que el tema de los créditos modificados es un problema con impacto social, dado que, por ejemplo, en Panamá, hablamos de más de 19,500 millones de dólares a fines de abril del presente año, casi el 40% del total de colocaciones locales del Sistema Bancario Nacional, creemos que cada parte tiene que asumir su responsabilidad. Al Estado le toca gobernar diligentemente para que, mantener a raya la pandemia y cuidando la salud de todos, se logre generar el nivel de empleo y consumo necesarios para reactivar la economía; a los bancos, asumir las consecuencias de sus políticas de crédito y poner a prueba el compromiso de sus accionistas, y a los deudores, dar la cara y no esperar a que otros resuelvan el problema.

Ahora, ¿cómo da la cara una persona que ha quedado desempleada o una empresa que está a punto de quebrar por el impacto de las cuarentenas? Considero que la herramienta de análisis de riesgo crediticio de las 5Cs son un buen punto de partida para sentarse a conversar con su banco. Las 5C, que suelen utilizar los bancos en sus evaluaciones expertas de riesgo, se refieren a:

1. Criterio.

2. Capacidad de Pago.

3. Capital o Compromiso.

4. Colateral y

5. Condiciones.

Yo añadiría una C adicional, la C de Comunicación.

Hoy más que nunca, es importantísimo que haya una Comunicación Transparente y Clara entre banco y deudores. La situación actual es un problema mundial, que nadie deseaba ni tenía en el radar. Debemos tomarlo como una coyuntura y no como nuestro estado natural.

Con una Comunicación fluida entre banco y deudor, además de entenderse la realidad de cada cliente, se refuerza el Criterio, que no es más que la reputación y solvencia moral del deudor para asumir sus responsabilidades, lo que clarifica la Capacidad de Pago actual y cuantifica el Capital o Compromiso del mismo para honrar sus obligaciones. Estas tres C son claves para que un banco se sienta en capacidad de apostar por una reestructuración a largo plazo con un cliente y no proceder a la ejecución del Colateral o garantía.

Por último, la C de Condiciones. No es un secreto que en este entorno la Capacidad de Pago de casi todos los deudores está muy afectada, por lo que de parte del banco tiene que darse la disposición de aceptar Condiciones especiales, como plazos de repago largos, en los que incluso se contemplen períodos de gracia durante los cuales solo se paguen intereses.

Una situación como la actual es superable con mucho trabajo, en el que cada actor asuma su responsabilidad y, por supuesto, con la actitud positiva que busque un ganar-ganar como sociedad.



Tomado de Martes Financiero


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